BRASIL (Invitado Especial)

GRUPO CALEIDOSCOPIO
ESPECTACULO: “CASCUDO”.
Duracion: 60 MIN


La palabra “cascudo” tiene más de un sentido: puede significar un golpe en la cabeza con las articulaciones de los dedos, también llamado coscorrón, cocacho o capón; puede indicar lo que tiene la corteza gruesa o la piel dura, cortezudo; o puede ser el nombre de un pez común en Brasil, de cuerpo delgado y cabeza grande.

“Cascudo” es además el apellido del escritor, historiador, etnógrafo, antropólogo cultural, crítico, sociólogo, orador, conferenciante y poeta Luís da Câmara Cascudo (1898-1986), autor de más de 150 libros publicados sobre las matrices del comportamiento humano del hombre brasileño. “Él describe punto por punto el alma de Brasil en sus herencias mágicas, sus manifestaciones rituales, su comportamiento frente al misterio de la realidad simple del cotidiano. Su dilatada bibliografía de estudios folclóricos e históricos señala una rica vida de trabajo preocupado con “vivir” el Brasil”, comentó alguna vez el amigo y poeta Carlos Drumond de Andrade.

En “História de Nossos Gestos” (Historia de nuestros gestos), publicado en 1976, Câmara Cascudo identifica y describe más de 300 gestos típicamente brasileños, revelando sus coincidencias de la presencia anterior en la comunicación humana. “Nuestros, porque también los hubiera observado en Brasil”, explica.
La obra sirvió de referencia inicial para la investigación del director André Amaro y su equipo del Teatro Caleidoscópio, de Brasília – Brasil, sobre la gestualidad brasileña, y acabó por convertirse en fuente de inspiración para la creación del espectáculo “Cascudo


ESPECTÁCULO: “CAINDO FULO”.
Versión Cascudo para espacios abiertos, acciones Escénico-musical
Duración: 40MIN




La representación reúne leyendas, cuentos, creencias, supersticiones, gestos y canciones sacados de los estudios de Câmara Cascudo para contar la historia de personajes que transitan en el imaginario popular de un Brasil mestizo e inmenso. Un niño perezoso y soñador conduce un viaje fuera de lo común que tiene Brasília, o a lugar ninguno, como destino.

En el Teatro Caleidoscópio el actor es el elemento iniciador de todo el proceso de comunicación. Por eso, en nuestros espectáculos, eliminamos cualquier posibilidad escenográfica que no esté a servicio de las exigencias de la interpretación. De ahí viene el escenario “desnudo”.

El vestuario se inspiró en el pez “cascudo”, que recibió ese nombre por tener una piel muy gruesa, semejante a una corteza. Fue teñido con tinta spray y ganó aplicaciones de pegamento plástico blanco para hacer sobresalir el corte y la costura típicos de las ropas rústicas utilizadas por los campesinos en Brasil.

La dirección del espectáculo incentivó a los actores que buscaran la construcción corporal mímica, ya que el proyecto de investigación visa a la expresión física y no al habla. No hay objetos escénicos, hay instrumentos musicales que a veces tocan y resuenan como elementos de sonido, otras veces sirven para otros propósitos, sobrepasando su función utilitaria. De esto modo, una pandereta puede convertirse en un tazón para hacer una torta; un “ganzá” (tipo de maraca) se trasforma en un teléfono y así vamos. Todo eso con el intento de provocar la imaginación del espectador y hacerle ver más allá de la forma y de la materia de las cosas.
En 2004, el montaje recebió el Premio de Mejor Espectáculo, Mejor Deseño de Luz, Mejor Actriz (Vanessa Di Farias) y Mejor Direción en la II Muestra de Teatro Candango SESC-DF.

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